"The Irrational Man" en su título
original, es el más reciente trabajo del director Woody Allen. El estreno de la
temporada al que nos tiene acostumbrados cada año, desde los años 70. Ante un
portafolio tan amplio, Allen da muestras de haber encontrado una fórmula
perfecta para sus filmes, ya que entre todos ellos, aunque haya pequeños cambios
en el guión y en la forma, en el fondo siempre sabemos que estamos viendo una
película del neoyorkino. Ya sea con intelectuales, mujeres histéricas,
crímenes, ciudades protagonistas, amor, sexo, humor, infidelidades, etc. son
varios de los temas con los que Allen alterna en sus películas, pequeñas piezas
que ajusta de acuerdo a su propia conveniencia. Con más aciertos que
desaciertos en su larga carrera, nadie puede negar el genio y la habilidad de
este director para crear personajes memorables, escribir líneas y diálogos
inolvidables, y el haber creado varias obras maestras en el las últimas
décadas.
En “El Hombre Irracional”, Allen mezcla
nuevamente varios de sus temas recurrentes. La pieza central de la historia es
Joaquin Phoenix, un profesor universitario, al parecer del área de filosofía,
un hombre fatalista, pesimista y existencial, que parece haber perdido la
esperanza en el mundo y en sus propias convicciones. Este prototipo de
personaje, es uno de los clásicos personajes de Allen, que podemos ver incluso
en su forma de vestir. Es el personaje que Allen interpretaría de tener varios
años menos, así como lo fue el Owen Wilson de Midnight in Paris. La vida de
este profesor adquiere un destello de luz, cuando se relaciona con una joven
estudiante, inteligente, bella e inquieta. Aquí encontramos otro escenario
clásico en sus películas, el intelectual o simplemente un hombre mayor en una
relación con una mujer más joven, que es prácticamente casi que una regla en la
mayoría de sus películas. Pero más que la relación con la joven estudiante, lo
que devuelve la chispa y el interés por la vida al profesor, es el descubrir
que puede realizar una acción que tendrá un verdadero impacto para el bien de
la sociedad, según él, y que no solo se queda en una simple teoría de libro.
La película me recordó en varios aspectos a
una de las mejores películas de Allen en los últimos años, “Match Point”, por
la existencia de un drama, un crimen, la intriga y la presencia recurrente de
Fiódor Dostoyevsky con su obra Crimen y Castigo. Pero hay unas ligeras
diferencias: si bien en Match Point el motivo del crimen era ligado a una
infidelidad y el miedo a perderlo todo, en El Hombre Irracional el móvil se
encuentra más alejado del materialismo y más cercano a la redención moral y
existencialista.
Encontré muy interesante que Allen enfrente
al espectador a diversos dilemas morales y éticos, que aunque no representan
nada nuevo, lo hace a su estilo y con la elegancia habitual. Pero si bien me
recordó en muchos momentos a Match Point, me hizo falta precisamente mayor
tensión, precisión, intriga y maestría tras la cámara con escenas impecables e
imponentes, de las que Match Point gozaba. Aunque hay que reconocer las
diferencias entre las historias, y en esta Allen apuesta más que en el drama,
en el humor negro, en el absurdo, en lo irracional.
En síntesis, es un trabajo con muchos
elementos a favor pero que carece de la fuerza y precisión de sus mejores
trabajos. Una de sus virtudes, son las excelentes actuaciones de sus actores,
con su nueva musa Emma Stone y el gran Joaquin Phoenix, que borda su papel. Ambos
se disuelven con buena química sobre una historia que se mantiene, se deja ver
y deja una buena sensación al espectador. Una sensación que se condensa con la
satisfacción de ver a un Allen prolífico y que se mantiene en buena forma.
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Irrational Man // 2015 // Estados Unidos // Dirección y Guión: Woody Allen // Reparto: Joaquin Phoenix, Emma Stone, Jamie Blackley, Parker Posey, Ethan Phillips, Julie Ann Dawson, Mark Burzenski, Gary Wilmes, Geoff Schuppert, David Pittu, Steven Howitt, Kaitlyn Bouchard, Ana Marie Proulx, Kate McGonigle, Tamara Hickey