Hay
en las salas de cine nacional, una nueva película, más no otra película sobre
la toma del palacio de justicia llamada Siempreviva
opera prima del caleño Klych López y adaptación de la obra del mismo nombre
de Miguel Torres.
Una
película con un lenguaje propio muy elaborado que, cabe decirlo, sorprende en
su realización en cuanto a cine colombiano se refiere y es un ejemplo de una obra
bien pensada que demuestra que se puede hacer cine con bajo presupuesto si el manejo
de la historia es lo bastante sólido y estructurado.
Siempreviva cuenta el drama en torno de la desaparición
de Julieta, una abogada recién graduada que desaparece en la toma del palacio
de justicia entre el 6 y 7 de noviembre de 1985 por el grupo guerrillero M-19.
Hecho histórico y lamentable que cobró la vida de servidores públicos, magistrados
y trabajadores que fueron asesinados en el momento de la toma o desaparecidos
posteriormente, como les ocurrió a los empleados de la cafetería, en donde se
encontraba Julieta debido a un trabajo temporal, que salieron con vida hacia la casa del
florero pero nunca se supo de su paradero.
Así
los integrantes de la pensión se ven unidos por un el trágico hecho y a su vez se
enfrentan al suyo propio pues cada personaje tiene una difícil situación personal
que afrontar de la que López saca provecho dando a cada uno de los
protagonistas de la historia el suficiente espacio para llegar al espectador y en
conjunto darle a la película un equilibrio carente de centro que enriquece la
historia y el interés de los asistentes a la sala por las múltiples situaciones
que se desarrollan el filme.
Un
payaso pobre y triste y su esposa abnegada, un hombre tramposo y solo y la
familia de Julieta (Mamá que sufre por la desaparición de su hija y hermano con
miedo a enfrentar el mundo) son los protagonistas de esta historia técnicamente
bien realizada, con un plano continuo y un trabajo de edición, que brinda la impresión
de haber sido rodada en una sola toma y que resulta ser una sorpresa
conmovedora en donde el director ha puesto en cada uno de los integrantes de
esta pequeña comunidad un sello que los distingue, que conmueve y acerca al
espectador a situaciones humanas que nunca está de más volver a vivir, volver a
recordar y volver a ver.
Laura
García: Lucía, Enrique Carriazo: Carlos, Andrés Parra: Sergio, Laura Ramos:
Victoria, Alejandro Aguilar: Humberto, Andrea Gómez: Julieta, Fernando Arévalo:
Doctor Espitia // Una película dirigida por Klych López // Guión: Manuel Arias,
Clara María Ochoa y Klych López // Dirección de Fotografía: Diego Jiménez //
Director de Arte: Juan Carlos Acevedo // Música: César López // Sonido Directo:
César Salazar //Postproducción Imagen: Leo Otero // Diseño de Sonido: Carlos
García Basado en la obra "La Siempreviva" de Miguel Torres